La Tradición Milenaria de la Bola de Cacao

La forma en que las diferentes culturas han consumido el chocolate en América se mantiene viva en el campo, fincas, haciendas y pueblos, donde las tradiciones ancestrales aún son parte de la interacción social y familiar. República del Cacao estuvo en República Dominicana y conoció esta tradición ancestral que aún es una parte de la interacción social y familiar en muchos países de América Latina.

La pepa de cacao, una vez que ha sido fermentada en cajones de madera cubiertos por hojas de banano y secada al sol por un par de días, es tostada a fuego lento, hasta alcanzar un color y aroma agradables.

Una vez que la cáscara que cubre a la almendra del cacao comienza a desprenderse es depositada en un cuenco de madera, donde se agita y enfría. El resto de la cascarilla se desprende por el constante golpeteo y soplido de quien realiza la operación.

Una vez que la almendra está limpia y tibia se muele ligeramente y se coloca en un mortero de piedra o madera, para refinar su molido. Diferentes culturas han hecho de este proceso todo un arte escénico, acompañando de cantos que hablan de las tradiciones del cacao. Es durante este proceso que se agrega los ingredientes, que incluyen azúcar, miel de abeja, canela, cascaras de naranja, jengibre, vainilla, diferentes tipos de chiles o ají, entre otros.

Cuando la pasta de cacao y los ingredientes añadidos han llegado a la consistencia deseada, se retiran del mortero y se hacen bolas que son envueltas en hojas de banano. Para preparar una taza de chocolate caliente, se toma la bola de cacao y se raspa la cantidad deseada en una olla con leche o agua y se la deja hervir lentamente hasta tener la consistencia deseada.

Esta forma de beber chocolate ha sido documentada por más de 3.000 años por las diferentes culturas que van desde México hasta el Perú, y se mantiene viva gracias al choque y fusión de los gustos culinarios de las diferentes culturas tradicionales y foráneas que han habitado los de campos Latino América.